- Acerca de "Cuenta a cero" -

"Cuenta a Cero" es el título de mi libro. Es un libro que vengo escribiendo desde hace mucho tiempo (años), y lo seguiré completando. Está compuesto de poesías, prosas, pensamientos, reflexiones, y muchas cosas más.

Todos los temas están contenidos en tres secciones:

1) Música: como durante un buen tiempo de mi vida fui músico, compuse una buena cantidad de obras, tanto en letra como en melodía. En ésta sección plasmo lo que serían mis músicas expresadas en poesía, prosa, pensamientos, etc. Entre los comentarios encontrarán las letras originales.

2) Romance Alfa: todo lo referente al amor, principalmente poesías.

3) Caja de sorpresas: Temas más profundos (desde mi punto de vista), que si bien podría tratarse del amor y aparecer en la sección anterior, está tratado desde un punto más reflexivo, filosófico... como su nombre lo indica, es una verdadera caja de sorpresas.

Tanto el libro en sí, como cada sección, cuenta con una introducción. Para guiarse por las secciones, es cuestión de usar las etiquetas. Gracias a las mismas podrán manejarse por las introducciones así como por los temas de cada sección.

Lo estoy publicando aquí debido a las pocas posibilidades de que una editorial se vea interesada a hacerlo... iré publicando el contenido en entregas quizá semanales... aparte que de éste modo podría continuarlo más aún. El contenido del libro un orden específico, pero aquí es prácticamente imposible mostrarlo así... esa será la maravilla de la versión impresa que algún día editaré.

viernes, 3 de julio de 2009

Mundo paralelo


Si crees que estas venas transportan sangre... si crees que estos ojos vieron el mundo... si crees que éste sexo ha probado el universo... si crees que puedo sentir sin ser lastimado... si crees que puedo lastimar sin ser muerto...

Si crees saber lo que significa estar en un mundo donde las paredes son de clavos, podemos razonar. Si crees saber lo que es vivir en un mundo donde los sueños son recuerdos dolorosos, todo el tiempo, podemos temblar juntos. Si crees al menos reconocer los rostros de los que pasaron por tu vida sintiendo las caras afiladas como balas envueltas en seda...

Si, fui lastimado. Si, soy humano. Si.

Cuanto crees que un ser humano pueda aguantar la soledad?.

Soy un hombre solitario, nacido para amar, nacido para el romance... vivo para ello... sé que soy incapaz de no involucrarme. Sé que soy incapaz de no lastimarme. Se que la vida es incapaz de sonreirme sin pedirme nada a cambio. Se que lastimo al mundo... y que sus paredes son de vidrio... y duele.

No tengo muchas palabras, aunque muchos hechos. No tengo muchas intenciones, pero mucho riesgo. No sigo muchas reglas, pero muchas razones. Soy yo, solamente yo.

Y qué si me lastimo?. Mis años me han enseñado que para eso se vive. Mi conocimiento va al límite del progreso, más no más allá del alma.

La vida es como un panal de avispas... tan solo moverte basta para ser lastimado. Y yo caminando descalzo y con los ojos vendados. Es tanto que amo la vida... y ésta que no me responde. El aire se densifica en mis fosas nasales y siento que cada inhalación es un milagro... exhalando desilusiones.

Amo al mundo... y sin embargo caigo a cada paso. Y que de las satisfacciones momentáneas?. Preferiría seguir allí y retroceder cada instante. Preferiría ignorar muchas cosas... y evitar otras.

Ojalá alguien leyera mis líneas y comprendiera que lo que retrato no es dolor. No estoy deprimido. Tan solo soy un hombre que aún cree en el romance y en el mundo... soy tan solo un hombre enamorado y sin amor. Soy un hombre que desea una razón para morir. Un hombre solitario...

Mis años me enseñaron a llorar en silencio.

martes, 30 de junio de 2009

Ironias


Mi respiración se acelera al oír ciertas cosas. Cosas que cuando las oigo no sé si preferiría estar sordo. Se me despiertan las ilusiones que siempre están bien escondidas y sedadas. Quisiera creerte. Ilusiono creerte. Quisiera poder creer que no dolerá al final; otra vez. Quisiera volver a creer que existe lo que alguna vez creí tener. Quisiera ser una persona que no siente las palabras, los hechos, las supuestas verdades. A veces quisiera ser tú, con tu ironía que no se si sigue siendo la misma, pero desconfío que haya desaparecido. Aún la sigo sintiendo. Teniendo siempre tú la razón. Siendo siempre Yo el motivo de nuestras peleas. Siendo siempre Yo la falla. Yo el mentiroso, cuando jamás te engañé. Siendo siempre Yo el error...

Mis ojos derraman lagrimas al intentar decir que no. Al recordar que hubieron fallas. Fallas que cometimos los dos. Los dos, ¿verdad?. Esos errores que no se van a olvidar así nomás. Siempre aflorarán en esos momentos en que uno se siente atrapado y necesita abrirse paso matando todo a su paso. A veces es mejor estar solo, no?. A quien trato de engañar?. Sé que no puedo estar solo, pues me suicido con mis memorias, una muerte lenta, dolorosa... pero útil. Una bala envuelta en seda que penetra mi cavidad craneal causando más daño de lo que causaría aún si hubiese estado afilada.

Circunstancias todas del destino. Otra ironía. Quién cree en el destino?. Yo no. Bueno, de hecho, no creo en casi nada, pero, ¿destino?, por favor, no me vengan con eso. Si hoy quiero saltar, salto y ya, todo acabó. Y el “destino” donde está ahí?. Esas cosas que la humanidad inventa para sacarse una carga más de encima y echarle la culpa a algo más, para eso si que somos buenos, no?. ¿Qué tal si simplemente implementamos la responsabilidad por cada uno de nuestros actos?. Linda utopía. “Así nos educaron”, “Así crecimos”, “Es una tradición”. Todas excusas. Nos mentimos a nosotros mismos de modo a hacernos más fácil la vida. Creamos y manejamos a nuestro antojo una “normalidad” que no debería siquiera existir como palabra. Todos somos diferentes, eso lo sabemos, no?, entonces para que nos hacemos los desentendidos y clasificamos todo según nuestro particular punto de vista basado en “normas”, “reglas”, “tradiciones”, y un montón de barbaridades más que no hacen más que dividirnos y encerrarnos en una celda de la cual supuestamente queremos salir, nos quejamos de nuestras divisiones, pero al final lo que hacemos es crear cada vez más restricciones y excusas para criticar, desmeritar, rebajar y hacer tropezar a los que son distintos a nosotros, tratamos de cambiarlos a nuestro modo. Llamamos “cuadrados”a los que no piensan como nosotros, sin darnos cuenta que siendo así, somos nosotros los más “cuadrados” por no saber aceptar. Y nos creemos dioses en nuestra falsa y patética sabiduría.

jueves, 16 de abril de 2009

Casi creo...


Casi creo en el olvido. Si no creyera ni conociese mi memoria, quizá existiría, y quizá podría vivir sin el ayer, y quizás, tan solo quizás, yo sería yo.

Cuando intento recordar que solía creer muchas cosas, mi mente se nubla con un adiós. Cuando intento sentir algo, aparece una sombra, una nube liberándome de esos placeres. Y duele. Por supuesto que sí. A veces, tan solo a veces, me libero en sueños, y al despertar existen retazos de humanidad en mi memoria. Me sirve de nada. Tan solo existe para lastimarme y desangrar mi razón de ser.

Mi sangre se renueva cada vez que mi ciudad interna lo permite. Y hace ya tiempo de eso. Me sigo asfixiando en mi melancolía. Y creo que lo seguiré haciendo hasta que algo o alguien me despierte al fin, y me deje huir hasta una luz, otra dimensión menos extrema.

Esta piel, que no sirve ni siquiera de abrigo contra la diversidad de trastornos, me está ahogando más que nunca. Un sudor que purifica la diversidad de mis ruidos, un sudor que succiona mis poros, y no me deja liberar mis risas, ni mi caos...

Dentro de ésta “normalidad” que vivo día a día, mi dolor se intensifica a veces, dejando espacio para mis pensamientos, que al darme cuenta, es peor, ya que ellos me introducen más aún en la realidad; la realidad de que estoy sólo en éste mundo, y así seguiré hasta que se me libere de las cadenas que me cortan el aliento, éstas malditas cadenas que me desangran hasta rogar por muerte, éstas cadenas que me estrujan la carne, el alma, mi yo.

A veces no sé si siento el frío ni el calor. No sé si sigo creyendo en esas sensaciones físicas. No sigo seguro de nada, de nada más que la duda. Casi creí en ésta vida que llevo. Pero me di cuenta de que no es mas que una sucesión de películas calcadas con carbónico, superpuestas y alternadas (a veces). Es todo tan real ahora para mí. Mi razón tarda un poco en asimilar el nuevo conocimiento. A veces se resiste, a veces tiene miedo... mas no importa. No existen más utopías irrealizables e inventadas. No existe el amor, la felicidad, la sinceridad, la confianza, la amistad, etc.

Casi creo en cosas que creo vivir, pero que en realidad solo son sueños.

martes, 3 de febrero de 2009

Círculo de sueños


Existe una mano que te empuja hacia lugares que de vez en cuando asustan. Existe una mano que te cubre de sombras y luces. Existe una mano que vive lo que tu mueres cada día.

Queriendo morir ayer, hoy amanecí más vivo que nunca, no siendo una virtud, ni tampoco una pena. Un paso intermedio en la depresión que me agobia cada día. Una depresión que no es más que una mancha causada por recuerdos. Recuerdos que son avivados por sueños traicioneros. Sueños que no puedo evitar, ya que es una cadena que no tiene fin. Un círculo vicioso. Sueño. Realidad. Vivencia. El pensar. La verdad. Dormir. Sueño...

Mi propia sombra me invita a saltar hacia profundidades extremas para mí. Inclusive muchas veces me invita a volver a amar. Volver a abrirme. Volver a vivir. Profundidades que alguna vez he de volver a recorrer, lastimándome de nuevo. Llorando otra vez. Perdiendo de nuevo. Ganando cicatrices. Liberando misterios.

Cansancio ya. Varias veces me he despertado llorando por respuestas. Llorando por recuerdos. Llorando por mentiras. Me hace falta el brillo de la insensatez, ese filo profundo, esa sensación de libertad del alma, ese no se qué que nos muestra por un segundo lo que en realidad podemos hacer con nuestro libre albedrío.

Caminar por ésta vida solo nos demuestra ciertas cosas que siempre estuvieron ahí, siempre supimos, más nunca nos detuvimos a mirarlas por miedo. ¿Miedo a que?. Quizá miedo de lo que encontremos, quizá miedo de que en realidad nos guste eso. O tal vez tan sólo un miedo humano. Un miedo sin fundamentos, o con tantos fundamentos, que ya nos parece que no existe ninguno. A veces el miedo nos apasiona. Nos genera adrenalina. Nos mueve a crecer. Nos impulsa a vivir. O nos cubre y nos aprisiona en nuestra ignorancia.

Quizá mis sueños me generen muchos sentimientos dentro, muchos de los cuales ni mi imaginación me los cuenta, pero quizá sea por protección. Porque existen partes, funciones dentro mío que me conocen más que mi conciente, me conocen más de lo que yo me conozco en mi despertar.

Este circulo de sueños, cadena de inconciencia, o libertad de emociones no reveladas, es una realidad que llevo viviendo desde hace mucho tiempo. Y me siguen protegiendo. Entes o funciones que no conozco, y quizá no deba conocer, me protegen. ¿De que?. ¿De quién?. Quizá de mí mismo...

sábado, 17 de enero de 2009

Singularidad y belleza


¿Qué nos diferencia de los demás?. ¿Qué nos hace ser diferente entre nosotros mismos?. Que marca la diferencia entre la humanidad y las otras razas?.

¿La sangre?. Hirviendo a veces de rabia, envidia, ambición, nos incita a matar a veces, a arañar las paredes de la traición en busca de nosotros. Hierve de rabia con razones aparentes e irregularidades mentales. Parimos odio, ansiedad, cólera. Revivimos a los ancestros de la raza y los hacemos crecer en amplitudes y los acercamos al título de dioses a veces. Y escuchamos las voces y opiniones de nuestros diversos “Dioses” que nos llevan a hacer “cosas” de las cuales ni siquiera estábamos enterados de su existencia, y a veces nos gusta. ¿Será que estamos ligados a la destrucción, no solo de los demás, sino de nosotros mismos?.

¿Y la memoria?. Eso que nos hace llorar o reír en momentos por los que pasamos lívidos de placer. Sabemos caer muy profundo (eso sí que sabemos hacerlo bien) y luego no sabemos como salir, y buscamos ayuda. ¿Para qué lo hacemos?. ¿Necesitamos acaso vivir del ayer?. Creemos que es más seguro que vivir un hoy o pensar en un futuro, pero en realidad es más peligroso. ¿Qué queremos hacer al vivir un ayer?. ¿Ver nuestros errores, virtudes; llorar, reír?.

¿Los sueños?. Magnífica singularidad. A pesar que generalmente, la mayor parte de las veces al menos, cuando despertamos no recordamos los sueños. Pero cuando los recordamos son todo un misterio. Podemos vivir días en segundos. A veces podemos incluso sentirlos, activan nuestros sentidos y sentimientos. ¡Cuántas veces nos hemos despertado llorando a causa de un sueño que a veces ni siquiera recordamos!. ¿O acaso riendo?. A veces soñamos algo “bueno” y a veces algo “malo”. ¿De qué dependerá?.

miércoles, 14 de enero de 2009

Anatomía desfasada


Abrázame. Abrázame fuerte y dime que soy yo. Obsérvame bien y dime si soy el mismo. Depositaré una lágrima en mi colección de vidas. Abriré mis palabras a sensaciones que he perdido. Tengo ganas de gritar mi nombre y saltar intentando volar, ocultar canciones de muerte enterrándolas bajo mis pies.

Sé que no puedo aplaudir mis errores ni reír de los tuyos, y si lo hago es porque me lo pides, no verbalmente, más si emocionalmente. Te necesito como parte de mis ideas, de mi realidad y de mis memorias. Te deseo más de lo que te puedas imaginar.

¿Quién nos acompañará en el momento de dar el paso hacia la luz?. ¿Quiénes son los que nos observan siempre?. ¿Quién camina a nuestro lado durante la vida humana?. Existen tantas preguntas que me hago, y me las seguiré haciendo hasta alcanzar la esencia.

¿Cuáles son tus preguntas?. ¿Cuáles son tus deseos?. ¿En que piensas durante el día y que sueñas por las noches?. ¿Quién camina a tu lado?. ¿Qué ven tus ojos?. ¿Qué encienden tus manos?.

Existe una profundidad que no podemos alcanzar con simples preguntas humanas. Existe una altura a la cual alguna vez llegaremos, al despojarnos de nuestra vestimenta mortal. Pero cuesta, porque nos gusta y estamos acostumbrados a vestirla... y nos pesa.

¿Quién hace girar el mundo de ésta manera tan vertiginosa, tanto que nos transporta, a veces, más allá de nuestras propias realidades?.

Algún día debemos jalar la cadena por nosotros mismos, y aprender lo que se siente. La aspereza del dolor de los pobres, los enfermos, los moribundos. ¿Seremos capaces?. Nosotros que nos creemos grandes. Debemos caer bajo, comprender sensaciones nuevas y sentirlas para poder ascender en realidad.

Y si no podemos cargar siquiera con nuestra propia vida, nuestra desfasada anatomía humana, ¿cómo pretendemos cargar al mundo en nuestros hombros, superarnos hasta la esencia y llegar a una verdad?.

Como humanos, también debemos soportar el sufrimiento. ¿Sufres tú?. ¿Cuál o cuáles son las causas de tu sufrimiento?. ¿Cuáles suelen ser las consecuencias?. Morirás algún día. Dejarás llorando a todos los que te rodean. O morirán ellos y llorarás tú. ¿Por qué lloras?. ¿Porque tú no estás con ellos o porque ellos no están contigo?. ¿Lloras por ti o por ellos?. ¿Por qué ellos están allá o porque tú estás aquí?. ¿Te duele eso acaso?. Eres un ser humano. Recuerda eso. Muchas cosas te dolerán. No lo puedes evitar. Lo único que puedes hacer es acortar tu dolor mediante el conocimiento acerca de las razones y la realidad, para dejar atrás la ignorancia acerca de las leyes divinas, y comprender mejor nuestra humanidad y esencia.

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