Perdóname, perdónanos,
oh, todopoderoso,
que hemos caído
en el falso ídolo
de lujurias,
pasión y llanto.
Perdónanos, oh señor,
tú que nos creaste
y nos hiciste hijos tuyos.
Tú nos amaste,
y nosotros
amamos lo superficial
que no tiene sentido alguno.
Nos matamos con drogas,
dinero, sin pensar,
sin leer, oír,
seguir los consejos
del padre del universo.
Somos una pulga,
y como ella,
nos refugiamos
y absorbemos la alegría
de los que nos rodean.
Perdónanos por destruir
tu sagrado paraíso,
tu agraciada tierra,
que con amor nos diste.
Tu hijo murió por nosotros,
dio su joven y fuerte vida
por lavar a un pueblo muy sucio,
casi tan sucio
como en el que vivimos ahora.
No hay palabras
para expresar lo que sentimos,
es tanto el arrepentimiento.
Gracias señor,
oh dios altísimo,
por confiar en nosotros,
y perdón por defraudarte.
Gracias señor,
por los bienes recibidos,
y perdón por destruirlos.
Gracias señor,
por enviarnos a tu hijo,
y perdón por ignorarlo.
Gracias señor,
por darnos el pan de cada día,
y perdón por desperdiciarlo.
Gracias señor,
por mostrar el buen camino,
y perdón por ser ciegos.
Gracias señor,
por escucharnos…
por confiar de nuevo y siempre…
por tu amor…
por crearnos…
por liberarnos…
por tu gracia…
por tu ayuda…
por el perdón…
Gracias.
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario