
¿Qué nos diferencia de los demás?. ¿Qué nos hace ser diferente entre nosotros mismos?. Que marca la diferencia entre la humanidad y las otras razas?.
¿La sangre?. Hirviendo a veces de rabia, envidia, ambición, nos incita a matar a veces, a arañar las paredes de la traición en busca de nosotros. Hierve de rabia con razones aparentes e irregularidades mentales. Parimos odio, ansiedad, cólera. Revivimos a los ancestros de la raza y los hacemos crecer en amplitudes y los acercamos al título de dioses a veces. Y escuchamos las voces y opiniones de nuestros diversos “Dioses” que nos llevan a hacer “cosas” de las cuales ni siquiera estábamos enterados de su existencia, y a veces nos gusta. ¿Será que estamos ligados a la destrucción, no solo de los demás, sino de nosotros mismos?.
¿Y la memoria?. Eso que nos hace llorar o reír en momentos por los que pasamos lívidos de placer. Sabemos caer muy profundo (eso sí que sabemos hacerlo bien) y luego no sabemos como salir, y buscamos ayuda. ¿Para qué lo hacemos?. ¿Necesitamos acaso vivir del ayer?. Creemos que es más seguro que vivir un hoy o pensar en un futuro, pero en realidad es más peligroso. ¿Qué queremos hacer al vivir un ayer?. ¿Ver nuestros errores, virtudes; llorar, reír?.
¿Los sueños?. Magnífica singularidad. A pesar que generalmente, la mayor parte de las veces al menos, cuando despertamos no recordamos los sueños. Pero cuando los recordamos son todo un misterio. Podemos vivir días en segundos. A veces podemos incluso sentirlos, activan nuestros sentidos y sentimientos. ¡Cuántas veces nos hemos despertado llorando a causa de un sueño que a veces ni siquiera recordamos!. ¿O acaso riendo?. A veces soñamos algo “bueno” y a veces algo “malo”. ¿De qué dependerá?.