
En la lluvia pasajera
que con sus latidos
retumbantes en el suelo
me despierta, me sofoca,
me alienta a seguir viviendo,
te oigo.
En la altitud del pensamiento
que engrana las memorias
de los tiempos pasados
vividos desde siempre,
te imagino.
Con la pasión de la seda
que con su suave murmullo
roza los cuerpos
de sus pequeños capullos,
te acaricio.
En el calor de la cobija
que me hace compañía
en los días pasivos
de clima abundante,
te siento.
Y ahora silencio...
En la quietud de la noche
que con su manto de estrellas
nos cubre en un llanto
con las formas más bellas,
te extraño.
Con la melodía del viento
que suspira en las hojas
anhelantes de brisas
que muevan las aspas
de molinos rebosantes
de semillas sumisas,
te busco.
Con la pericia de las personas
que roban los deseos
de corazones solitarios
sufriendo por la espera,
te encontraré.
Cuando todos duerman
y sueñen la música
de la imaginación
jugando al presente;
cuando llegue el silencio...
allí estaré.
2 comentarios:
Excelente y agradable lectura de los textos que hablan de un indudable talento.Felicitaciones por la excelente la presencia del Blog /Libro) Cuenta a cero y mejor contenido.
Cordialmente,
Gustavo
Gracias por pasar... y por tu comentario, Gustavo
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